Cada alumno necesita un contenido distinto ¿Lo estás teniendo en cuenta?

Cada alumno necesita un contenido distinto ¿Lo estás teniendo en cuenta?

Cuando se planifica la ejecución de una convocatoria de formación subvencionada, muchas entidades cometen el error de centrarse únicamente en la velocidad de entrega o el coste del proveedor. Buscar “el más rápido” o “el más barato” puede parecer una decisión eficiente, pero si no se tiene en cuenta primero quién es el alumno final, es muy probable que el contenido no conecte con su realidad. ¿El resultado? Grupos vacíos o con una baja participación.

Elegir bien el proveedor de contenido no es una cuestión logística, sino estratégica. En este artículo analizamos las claves para tomar una buena decisión y garantizar que los materiales formativos no solo cumplen con los requisitos técnicos, sino que también logran el objetivo principal: formar con impacto.

1. Conoce al alumno antes de elegir el contenido

No existe un contenido estándar que funcione igual para todos los colectivos. Cada tipo de alumno tiene sus propias necesidades, intereses y barreras de aprendizaje. Por ello, el primer paso en la elección de materiales es entender a quién se dirige la formación.

• Formación para desempleados con baja cualificación: este perfil suele requerir materiales accesibles, visuales y guiados. La estructura debe ser clara y muy enfocada a lo práctico, para facilitar la comprensión y mantener la motivación. Además, es clave incluir recursos de apoyo que ayuden a afianzar los conceptos y fomentar la participación activa.
• Formación para trabajadores ocupados: aquí lo que más se valora es la flexibilidad. El contenido debe permitir un ritmo adaptado a sus rutinas laborales, con un enfoque práctico que puedan aplicar directamente en su día a día. También es importante que el formato sea compatible con distintos dispositivos y que el acceso sea ágil y sencillo.
• Formación técnica o especializada: en este caso, los materiales deben ser rigurosos, actualizados y con un alto nivel de especialización. Los ejemplos reales del sector, los casos prácticos y las simulaciones cobran un papel protagonista, ya que permiten al alumno profundizar en su área profesional con mayor eficacia.

Ignorar estas diferencias puede suponer un importante fallo en la ejecución de la convocatoria. Elegir contenido sin considerar el perfil del alumno es como preparar un curso de cocina japonesa para un grupo interesado en repostería tradicional: es posible que el contenido sea excelente, pero no tendrá el impacto esperado.

2. Ajusta el contenido al sector productivo

Además del perfil del alumno, otro factor clave es el sector productivo al que va dirigida la formación. Cada sector tiene su propio lenguaje, lógica, herramientas y exigencias. Adaptar los contenidos a este contexto es imprescindible para garantizar su relevancia y aplicabilidad.

• Logística: los cursos deben incluir procesos bien definidos, mapas de flujos, herramientas visuales y normativa específica. El uso de esquemas y recursos interactivos es especialmente útil para reforzar conceptos operativos.
• Finanzas: se requieren ejemplos numéricos, legislación actualizada y ejercicios prácticos con herramientas reales. Es fundamental integrar simulaciones de software contable o de análisis financiero.
• Hostelería: en este ámbito, prima la dinámica y lo práctico. Las actividades deben ser aplicables, preferiblemente con vídeos demostrativos y ejercicios que simulen situaciones reales del entorno laboral.
• Sanidad y servicios sociales: aquí el contenido debe mantener un tono profesional y humano, con información actualizada sobre protocolos, atención al usuario y cambios legislativos. La calidad ética y técnica del contenido es especialmente importante.

Un proveedor de calidad no entrega un contenido genérico, sino que ajusta cada material a las exigencias del sector. Este nivel de especialización no solo mejora la experiencia del alumno, sino que también aumenta la probabilidad de éxito en la convocatoria.

3. Elige contenidos según la modalidad

No basta con elegir el contenido adecuado: también es fundamental que se adapte a la modalidad de impartición. Cada formato (online, presencial o mixto) tiene sus particularidades y exige un tipo de material específico.

• Formación online: los contenidos deben estar desarrollados en formato SCORM, ser interactivos y adaptables a distintos dispositivos, especialmente móviles. Además, deben ser compatibles con plataformas oficiales y cumplir los requisitos exigidos por la normativa vigente. Es recomendable que incluyan autoevaluaciones, foros y recursos complementarios para enriquecer el aprendizaje.
• Formación presencial: los materiales, ya sea en formato físico o digital, deben incluir guía del formador, ejercicios prácticos, evaluaciones claras y propuestas de dinámicas para el aula. La secuenciación de contenidos y la facilidad de uso para el docente son clave para garantizar una experiencia fluida.
• Formación mixta: en este caso, el reto está en que los contenidos de ambas modalidades estén perfectamente integrados. Deben evitarse contradicciones y asegurar que las transiciones entre formatos sean coherentes y sencillas para el alumno.

En Cumlaude, ofrecemos contenidos que se ajustan a cualquiera de estas modalidades, permitiendo planificar la convocatoria con eficiencia y sin complicaciones técnicas.

4. Pregúntate: ¿este proveedor me lo pone fácil?

A la hora de seleccionar un proveedor, conviene ir más allá del catálogo y evaluar la calidad del servicio. Un buen contenido no es suficiente si el proceso de entrega es lento o si el proveedor no ofrece soporte durante la convocatoria. Estas son algunas preguntas clave que deberías hacerte:

• ¿Responde con agilidad a las solicitudes?
• ¿Entrega los materiales listos para usar, sin necesidad de adaptaciones posteriores?
• ¿Ofrece soporte técnico durante la ejecución?
• ¿Tiene experiencia previa con convocatorias públicas?
• ¿Conoce la normativa aplicable y los plazos administrativos?

En momentos clave, como la ejecución de una convocatoria estatal o autonómica, contar con un proveedor que te resuelva problemas en lugar de generarlos puede marcar una gran diferencia. Desde Cumlaude facilitamos todo el proceso, con un único catálogo que reúne a los proveedores más cualificados y especializados en formación subvencionada.

5. Elige con estrategia, no por impulso

El contenido no es un producto estandarizado. Lo que funciona en un contexto puede ser totalmente ineficaz en otro. Por eso, la elección debe hacerse de forma estratégica, considerando:

• El perfil del alumno.
• El sector productivo.
• La modalidad de impartición.
• Los requisitos administrativos y técnicos de la convocatoria.

Seleccionar materiales sin tener en cuenta estos factores puede provocar desviaciones en la ejecución, incumplimientos en los requisitos o, lo que es peor, una baja participación que ponga en riesgo la financiación del proyecto.

Elegir con estrategia implica conocer bien las necesidades reales del público objetivo y contar con un catálogo lo suficientemente amplio y flexible para adaptarse a cada situación. En Cumlaude, trabajamos precisamente con este enfoque: ofrecer contenidos alineados con la planificación y objetivos de cada cliente.

¿Y si no sabes por dónde empezar?

Elegir contenido en una convocatoria no siempre es sencillo. Las fechas son ajustadas, la documentación técnica es extensa y los perfiles de los alumnos pueden variar. En este contexto, es habitual sentirse abrumado ante tantas opciones.

En Cumlaude ayudamos a nuestros clientes a tomar decisiones fundamentadas, teniendo en cuenta:

• Las adjudicaciones obtenidas.
• El tipo de modalidad a impartir.
• El perfil del alumnado.
• Las condiciones específicas de la convocatoria.

Ponemos a disposición un catálogo actualizado, con las últimas especialidades formativas, tanto en formato SCORM como en libro. Además, nuestro proceso de compra es ágil, y el soporte se mantiene desde el primer contacto hasta la ejecución final. Nuestro objetivo es reducir la complejidad y garantizar resultados de calidad.

La clave está en elegir el contenido adecuado con criterio

La elección del proveedor de contenidos en una convocatoria de formación subvencionada no debe tomarse a la ligera. Es una decisión estratégica que influye directamente en la participación del alumnado, el cumplimiento de los requisitos formales y, en última instancia, en el éxito de la convocatoria.

Un buen contenido no solo informa, también motiva, engancha y facilita el aprendizaje. Pero para que eso ocurra, debe estar bien adaptado al perfil del alumno, al sector y a la modalidad formativa.

En Cumlaude, combinamos experiencia, agilidad y un catálogo especializado para ayudarte a tomar decisiones acertadas desde el primer momento. Si necesitas apoyo para elegir los contenidos más adecuados o asegurarte de que todo encaja con tu planificación, estamos aquí para ayudarte.

¿Quieres empezar a planificar con garantías? Contacta con nuestro equipo y descubre cómo podemos facilitarte el proceso con soluciones a medida.

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