1. Eficiencia en la generación de calor.
2. Eficiencia en la distribución: redes de tuberías.
3. Eficiencia en el control de instalaciones.
4. Contabilización de consumos.
5. Limitaciones en la utilización de la energía convencional.
6. Calidad térmica del ambiente.
7. Calidad e higiene del aire interior.
8. Calidad del ambiente acústico.